lunes, 28 de abril de 2008

Las y los Adolescentes

CRECIMIENTO Y DESARROLLO

La adolescencia es el tiempo entre el comienzo de la maduración sexual (pubertad) y el inicio de la adultez. Acorde con la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente de Venezuela (Art. 2), “se entiende por adolescente toda persona con doce años o más y menos de dieciocho años de edad”. La adolescencia incluye tanto el crecimiento físico como el mundo de cambios emocionales, psicológicos y mentales del ser. La maduración psicológica ocurre en la medida en que se adquiere un comportamiento de adulto. Durante este período se espera que el adolescente sea capaz de una respuesta y de un comportamiento de adulto. La adolescencia es un período de múltiples transiciones. Durante esos años los adolescentes experimentan cambios en su desarrollo físico a una velocidad sin paralelos desde la infancia. El desarrollo físico incluye una rápida ganancia de peso y talla. Durante un año de crecimiento, los muchachos y muchachas pueden ganar un promedio de 10.4 cm y 8.9 cm en estatura, respectivamente. Esta aceleración típicamente ocurre dos años antes en la muchachas. La ganancia de peso resulta del aumento de masa muscular en los varones y de grasa corporal en las hembras.

Las hormonas juegan dos papeles diferentes en el desarrollo de los adolescentes, un papel organizacional y un papel “activacional”. El primero es la habilidad que tienen las hormonas de generar patrones diferentes de comportamiento en el cerebro de los y las adolescentes. Ya, en la edad prenatal, las hormonas organizan el cerebro de una manera diferente. El papel “activacional” consiste en la habilidad para iniciar las modificaciones relacionadas con la pubertad y la diferenciación entre varones y hembras. Durante y justo antes de la pubertad, el hipotálamo detiene la inhibición de los factores capaces de iniciar la pubertad y comienza a producir sustancias que ponen la pubertad en movimiento. La primera señal comienza con un aumento de concentraciones de leptina, una proteína producida por los adipocitos del tejido graso. El hipotálamo, a su vez, estimula la hipófisis para promover la secreción de hormonas capaces de promover el crecimiento corporal como un todo y la maduración de las gonadas, así como la corteza suprarrenal y la tiroides. Los científicos sugieren que la maduración suprarrenal está envuelta en el fenómeno de la atracción sexual.

Las concentraciones de hormonas son debidas a la activación glandular que es controlada por varios mecanismo de retroalimentación (“feed-back”).

El desarrollo de las características sexuales primarias incluye la subsiguiente maduración de las gonadas, los testículos en los muchachos, y de los ovarios en la muchachas. En ambos sexos, la regulación hormonal de la reproducción es controlada por el cerebro. Hasta las ocho semanas de gestación, el cerebro es organizado en una dirección femenina independientemente del género del feto. Sucesivamente, la testosterona, por ejemplo, organiza el cerebro del varón en patrones de conducta, muchos de los cuales puede que no aparezcan hasta mucho más tarde. La hormona liberadora de gonadotropina hipotalámica (GnRH) controla la liberación a la vez de la hormona luteinizante (LH) y de la hormona estimulante del folículo (FSH). LH actúa primariamente sobre las células endocrinas de las gonadas. Ambos sexos producen andrógenos y estrógenos.
Testosterona, el andrógeno principal producido en los testículos es convertido a dihidrotestosterona (DHT) en muchos tejidos. Estradiol, el estrógeno femenino principal, es generado, y esto no es una paradoja, sino un “plan” o un “designio”, por acción de la enzima aromatasa (muy “femenina” ella). Tanto los ovarios como los testículos producen hormonas peptídicas que ejercen efectos de retroalimentación sobre la hipófisis. Las inhibinas son hormonas que inhiben la secreción de FSH así como la espermatogénesis, la maduración del oocito. Los niños, tanto hembras como varones, con deficiencia de GnRH no madurarán en ausencia de estimulación por la gonadotropina debido a los valores más bajos de estrógenos y andrógenos.

Las características sexuales secundarias pueden ser consideradas como marcas que dan al individuo una ventaja sobre sus “rivales “ durante el “cortejo”. En la pubertad, el cambio de niveles hormonales juega un papel en la activación de las características sexuales secundarias. Estas incluyen: (1) crecimiento del vello pubiano; (2) crecimiento de los senos en las niñas; (3) menarquia (primer período menstrual en las niñas); o del crecimiento del pene (en los niños); (4) cambios de voz (en los varones); (5) crecimiento del vello axilar (en los niños); (6) eyaculaciones nocturnas (en los niños) y (7) incremento en la producción grasa, aumento en la actividad de las glándulas sudoríparas, y el comienzo del acné.

El crecimiento es categorizado en un rango usado por los pediatras para seguir cuánto un niño o niña está creciendo. (la Escala de Tanner que permite estimar el desarrollo fisiológico de la edad para fines médicos, educativos, y de deporte, identificando aquellos que “maduran” tardíamente, no está diseñada para estimar la edad cronológica de los niños o niñas).

El crecimiento no solo envuelve el peso y la estatura corporal, sino que incluye también el crecimiento interno y el desarrollo, incluyendo el cerebro. El crecimiento también afecta diferentes partes del cuerpo a diferentes velocidades, lo cual es ostensible en el caso del tamaño de la cabeza. A través de la infancia, el cuerpo infantil se torna más proporcionado que otras partes del cuerpo de ella o de él. El crecimiento se completa entre las edades de 16 y 18, tiempo en el cual el crecimiento se detiene y los huesos se consolidan. Aunque un niño puede estar creciendo, el patrón de él o de ella puede desviarse de lo normal. En último caso, el niño o niña deben crecer y tener una estatura normal al alcanzar la edad adulta. Los adolescentes a menudo duermen más. La investigación sugiere que los adolescentes necesitan más sueño a fin de permitir que sus cuerpos conduzcan el “trabajo interno” para mantener tan rápido crecimiento. En promedio, los adolescentes necesitan cerca de 9.5 horas de sueño nocturno.

El cerebro adolescente no se desarrolla completamente sino hasta la adolescencia tardía. Los estudios sugieren que las conexiones entre neuronas que afectan las habilidades físicas, emocionales y mentales son incompletas. Esto bien podría explicar por qué algunos adolescentes parecen ser inconsistentes en el control de sus emociones, de sus impulsos, y juicios. Los avances en cuanto al pensamiento pueden ser divididos en varias áreas, incluyendo el desarrollo de las destrezas para razonar, así como la formulación y la comprobación de hipótesis, demostrando acuerdos o desacuerdos, cuestionamientos, dando ejemplos, y haciendo distinciones y conexiones. Las destrezas de razonamiento avanzado incluyen la habilidad para el pensamiento lógico acerca de múltiples opciones. Ello incluye la habilidad para pensar hipotéticamente. Los adolescentes también desarrollan destrezas de pensamiento abstracto. El pensamiento abstracto incluye la fe, creencias y espiritualidad. Adicionalmente, los adolescentes desarrollan la habilidad de la “meta-cognición”. “Meta-cognición” es la conciencia del propio pensamiento individual que envuelve la habilidad para pensar acerca de cómo uno es percibido por los otros. La “meta-cognición” envuelve estrategias que son genuinamente transferibles y que pueden, por tanto, ser aplicadas en diferentes medios, lo que a su vez resulta en una habilidad aumentada para el aprendizaje.

Los adolescentes demuestran poseer un elevado nivel de autoconciencia. Ellos tienden a creer que cada uno está involucrado con sus pensamientos y comportamientos en la misma medida en que ellos se encuentran. Esto conduce a los adolescentes a creer que poseen una especie de “audiencia imaginaria” de las personas que siempre están mirándolos. Los adolescentes tienden a creer que jamás ninguno ha experimentado alguna vez tan fuertes sentimientos y emociones. Los adolescentes tienden a exhibir una orientación hacia la “justicia”. Ellos con rapidez señalan las inconsistencias entre las palabras de los adultos y sus acciones. Ellos tiene dificultades para distinguir las distintas sombras del gris. Ellos encuentran poco espacio para el error.
Hay cuatro temas psicosociales reconocidos que normalmente tiene lugar durante los años de adolescencia. Estos incluyen: 1) el establecimiento de una identidad. Esta ha sido una de las más importantes tareas que enfrentan los adolescentes. Durante el curso de esta vida, los adolescentes comienzan a integrar las opiniones de otras personas influyentes (por ejemplo, los padres, amigos, etc.) en sus propios afectos y desafectos. 2) establecimiento de una autonomía. Algunas personas asumen que la autonomía se refiere al hecho de tornarse completamente independientes de otros. Ellos la equiparan con la “rebelión” de los adolescentes. En lugar de dañar las relaciones, sin embargo, durante el establecimiento de una autonomía en los años de la adolescencia, lo que ocurre es que los adolescentes se hacen independientes y unas personas con auto-gobierno dentro del marco de las relaciones. La autonomía es un logro necesario si los adolescentes se hacen auto-suficientes en sociedad. 3) establecimiento de la intimidad. Muchas personas, incluyendo los adolescentes, equiparan intimidad con sexo. En efecto, intimidad y sexo no son lo mismo. La intimidad usualmente aprendida primero dentro del contexto de las amistades del mismo sexo, es luego utilizada en las relaciones de carácter romántico. La intimidad se refiere a las relaciones estrechas en las cuales las personas se tornan abiertas, son honestas, afectuosas, y confiables. Las amistades proporcionan el primer espacio en el cual los adolescentes pueden poner en practica sus destrezas sociales con aquellos considerados sus iguales. Es con los amigos que los adolescentes aprenden cómo comenzar, mantener, y terminar las relaciones, practicar destrezas sociales, y ser íntimos. 4) sentirse confortables con su sexualidad. Los años de adolescencia marcan el primer tiempo en que ellos están lo suficientemente maduros físicamente para reproducir y avanzados lo suficientemente para cognitivamente pensar en sexualidad. Cómo los adolescentes son educados acerca de la sexualidad y cómo son expuestos a la sexualidad determinará en mucho si ellos y ellas desarrollan una identidad sexual sana. Muchos expertos concuerdan que los mensajes de carácter mixto que los adolescentes reciben sobre sexualidad contribuye a problemas tales como el indeseable embarazo adolescente y a las enfermedades de transmisión sexual. En este sentido es pertinente destacar que la televisión “Venezolana” actual es el primer enemigo nacional deformante sobre esta materia, tan sensible, de la educación sobre la sexualidad y la reproducción.

Los adolescentes comienzan a emplear más tiempo con sus amigos que con sus familias. Es dentro de los grupos de amistad que los adolescentes pueden desarrollar y poner en práctica destrezas sociales. Los adolescentes son rápidos en apuntar hacia comportamientos que son aceptables o no. Es importante recordar que aunque ellos están invirtiendo cantidades de tiempo cada vez en aumento con amigos, todavía tienden a conformar los ideales de los padres cuando se trata de decisiones acerca de valores, educación, y planes de largo plazo. Los adolescentes se involucran a menudo en múltiples “hobbies” o “clubs”. En un intento de encontrar dónde pueden destacar, los adolescentes pueden ejercer variadas actividades. Los intereses de los adolescentes cambian rápidamente. Los adolescentes se pueden tornar muy “argumentativos”; pueden cuestionar los valores y los juicios de los adultos (padres, por ejemplo). Cuando ellos no consiguen sus propósitos, a menudo dicen, “Es que ustedes no entienden...” Los adolescentes comienzan a interactuar con los padres como “gente”. Aunque ellos pueden no querer ser vistos “en público” con sus padres, los adolescentes puede comenzar a ver a sus padres como “otra” gente adulta. Ellos pueden hacer muchas preguntas a cerca de cómo eran sus padres cuando él o ella eran adolescentes. Ellos pueden interactuar con los adultos más como sus iguales.

Los adolescentes pueden ser torpes debido al crecimiento en “llamaradas”, a borbotones. Si parece que el cuerpo de un adolescente es todo brazos y piernas, la percepción es correcta. Durante esta fase del desarrollo, las partes del cuerpo no crecen del todo a la misma velocidad. Esto puede conducir a que sean torpes en la medida que tratan de copar con los miembros que han crecido durante las noches. Los adolescentes pueden aparecer desgarbados y sin coordinación. Las chicas pueden ser muy sensibles acerca del peso corporal. Esta preocupación surge debido a la rápida ganancia de peso durante la pubertad. Aproximadamente, un 60% de las adolescentes refieren que han estado tratando de perder peso. Un pequeño porcentaje de las adolescentes (uno a tres por ciento), se pueden tornar tan obsesionadas con el peso que pueden desarrollar desórdenes de alimentación tal como anorexia nerviosa o bulimia. Los adolescentes pueden estar muy preocupados debido a que no se están desarrollando físicamente a la misma velocidad de sus compañeros. Los adolescentes pueden ser más desarrollados que sus amigos (maduración temprana) o menos desarrollados que sus compañeros (maduración tardía). Estar fuera del nivel de desarrollo de sus amigos es una preocupación porque todos quieren estar “en la mejor forma”.

La maduración temprana afecta de manera diferente a los varones y a las hembras. Los investigadores sugieren que los varones con maduración precoz tienden a ser más populares que sus compañeros y adquieren posiciones de mayor liderazgo entre ellos. Los adultos asumen a menudo que la maduración temprana de los chicos los hace cognitivamente mucho más maduros también. Esta presunción puede conducir a falsas expectativas a cerca de la habilidad que tiene entonces un adolescente para tomar o aumentar sus responsabilidades. Debido a su apariencia física, las adolescentes con maduración precoz con frecuencia pueden experimentar presiones para verse envueltas en “citas” con chicos mayores antes que estén emocionalmente “listas”. Las adolescentes con maduración temprana tienden a sufrir más de depresión, de desórdenes de alimentación, y de ansiedad.

Los adolescentes pueden sentirse incómodos acerca de las demostraciones de afecto hacia los padres del sexo opuesto. A medida que se desarrollan físicamente, los adolescentes comienzan a “repensar” sus interacciones con el sexo opuesto. Una adolescente que abrazaba y besaba a “papito querido del alma” cuando éste retornaba anteriormente al hogar desde su trabajo, por ejemplo, ahora se siente apenada y lo evita. Un muchacho que al acostarse ejercía el encanto de besar y darle las buenas noches a su madre en el acto de irse a la cama, ahora, adolescente, abandona en actitud embarazosa a su ser querido que se queda inmóvil y sentida. Los adolescentes pueden hacer más preguntas directas sobre sexo. En esta etapa, los adolescentes están tratando de conformar sus valores sobre sexo. Los adolescentes a menudo equivalen sexo con intimidad. En vez de explorar una relación profunda emocional primero, tienden a asumir que si ellos se involucran en el acto físico, la unión emocional seguirá después. Ellos pueden preguntar a menudo acerca de cómo abstenerse sin sentirse apenados o acerca de cómo sabrán “cuándo el tiempo ha llegado”. Ellos pueden a sí mismo plantear preguntas específicas acerca de control de embarazo y sobre protección acerca de las enfermedades de transmisión sexual.
Los adolescentes como hemos visto son un MOSAICO FLUIDO que comenzará a cristalizar a partir del comiendo de la juventud, cuando cumplan los dieciocho años. En este período de ternura adolescente los muchachos y muchachas son presa fácil de los mensajes de los medios de comunicación de masas que siembran todo un mundo de antivalores que minan su moral, su condición altruista y amante de la paz y de la justicia, su solidaridad innata, la necesaria condición de defensa de la nacionalidad, y aquellas situaciones “aprendidas” que afectan severamente su salud y su desarrollo físico y mental. Por tanto la educación de los padres, de la familia y de la comunidad y de la escuela, en concordancia, deben ser los entes claves para que el tránsito de adolescente a joven se haga con las mejores expectativas de salud y desarrollo físico y mental que garantice la construcción de un pueblo sano en el mejor sentido del concepto.

BIBLIOGRAFÍA

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- Reglamento Técnico Administrativo para la Promoción y el Desarrollo de la Salud Integral de las y los Adolescentes en Venezuela. Tomo II. OPS/OMS/UNFPA. Ministerio de Salud y Desarrollo Social, 2003.

Las y los Jóvenes

I-INTRODUCCIÓN

A- GENERALIDADES
La vida humana concebida como un continuum que arranca, muy parcialmente, desde nuestros abuelos y de manera viviente desde nuestros padres, es un río, como lo conceptúa Heráclito, donde cada punto existencial es distinto al anterior y seguramente diferente al que le sigue.


La adolescencia, por otra parte, es como un mosaico fluido dentro de esa existencia sin solución de continuidad, que luego comienza a cristalizar en la juventud conteniendo siempre cáscaras de huevo de un mundo primordial (como Hesse lo vislumbró en Demian).

Entendiendo que la vida de todo HOMBRE es un camino hacia sí mismo, la huella de un sendero o el intento de un camino, nos encontramos en plena juventud para señalar que ésta es en términos crematísticos una amplia categoría compuesta de varios subgrupos, en vez de una sola entidad demográfica. Esta concepción permite concebir las proposiciones para la ejecución de medidas específicas para lidiar con las necesidades de los subgrupos tales como de aquellos con discapacidad, los y las jóvenes de la ciudad, de vida rural, las etnias, y la mujer joven.


B- AMBIENTE PARA EL DESARROLLO
En 1995, la población mundial de jóvenes, definida por las Naciones Unidas como la cohorte de edades entre 15 y 24 años, se estimaba en 1.03 billones, o un 18% de la población mundial. La mayoría de la población mundial joven (84%) vive en los países en desarrollo. La cifra en proyección para el 2025 podría ser de 89%. En Venezuela, la cifra de adolescentes para el año 2006 en relación a una población de ~ 27 millones era del 20.5%. La de jóvenes para el mismo año era ~ de 17.66%. La proyección para el 2012 correspondería, respectivamente, para una población de 30 millones al 18.46% (adolescentes) y 17.51% (jóvenes).
Las difíciles circunstancias que experimentan los habitantes en muchos países no desarrollados son a menudo más difíciles para los jóvenes debido a las limitadas oportunidades para la educación y entrenamiento, empleo viable y servicios sociales y de salud, debido al creciente aumento de las lesiones y muertes por accidentes, abuso de sustancias y delincuencia juvenil, entre los marginados principalmente. Muchos países no desarrollados, y entre ellos Venezuela, están experimentado así mismo tasas sin precedentes de migración de jóvenes desde el campo hacia las grandes ciudades.
Aparte de la definición estadística, anteriormente mencionada, el término joven varía en las distintas sociedades mundiales. Dichas definiciones cambian continuamente en respuesta a las fluctuantes circunstancias políticas, económicas y socio-culturales.
Los jóvenes en los países industrializados representan una proporción relativamente baja de la población total debido a la baja tasa de nacimientos y a la alta expectativa de vida. Por otra parte, en todos los países los jóvenes son un recurso humano principal para el desarrollo así como agentes clave para el cambio social, las nuevas ideas, para el desarrollo económico y la innovación científica y tecnológica. Su imaginación, sus ideales, la considerable energía y visión son esenciales para el desarrollo continuo de las sociedades donde viven. De modo que hay una especial necesidad para que nuevos ímpetus sean dados para el diseño y la implementación de políticas juveniles y de PROGRAMAS a todos los niveles. Las diferentes formas en las cuales los retos y potencialidades de la gente joven sean considerados por políticas de largo alcance, influirán sobre las condiciones sociales y económicas actuales y el bienestar y el sustento de las futuras generaciones. Por tanto, la inversión en salud juvenil será de una poderosa “rentabilidad” futura.

C- JÓVENES Y LEGISLACIÓN VENEZOLANA
Acorde con la Ley Nacional de Juventud aprobada por la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela en el año 2002, se establece que:
“Artículo 1. La presente Ley tiene por objeto regular y desarrollar los derechos y deberes de la juventud, a fin de otorgar a los jóvenes y a las jóvenes las oportunidades para su pleno desarrollo hacia la vida adulta productiva, incluyendo las garantías para su capacitación, primer empleo y su participación en el proceso de desarrollo nacional mediante políticas públicas del estado con la participación solidaria de la familia y de la sociedad”.

“Artículo 2. Los jóvenes y las jóvenes, a los efectos de esta Ley, son sujetos con particularidades y capacidades para asumir en forma protagónica, tanto su tránsito productivo hacia la vida adulta, como el proceso de desarrollo nacional en sus diversos espacios de actuación.
Se consideran jóvenes a las personas cuya edad esté comprendida entre los dieciocho (18) y los veintiocho (28) años, sin discriminación alguna”.

II- JUVENTUD: PROBLEMAS Y POTENCIALIDADES
La década desde la observancia del “Año internacional de la Juventud: Participación, Desarrollo, Paz”, ha sido un período durante el cual el mundo ha experimentado cambios políticos, económicos y socio-culturales fundamentales teniendo la constante de la guerra, siempre la guerra, sostenida por los “hombres de la guerra”. Estos cambios inevitablemente afectarán al menos la primera década del siglo XXI también.
Los jóvenes, en este contexto representan ser agentes, beneficiarios y víctimas de los principales cambios sociales y en general se enfrentan a una paradoja: buscar la integración dentro del orden existente o servir como una fuerza para transformar ese orden. La gente joven en todas partes del mundo, viviendo en países en diferentes estadios de desarrollo y en distintos medios socio-económicos, aspiran con todo derecho a una cabal participación en la vida de la sociedad, incluyendo:
- Alcanzar un nivel de educación acorde con sus aspiraciones;
- Acceder a las oportunidades de empleo iguales a sus habilidades;
- Acceso a los alimentos y a una nutrición adecuada para la completa participación en la vida de la sociedad;
- Vivir en un ambiente físico y social que promueva la buena salud, que ofrezca protección de las enfermedades y de la adicción y se encuentre libre de todo tipo de violencia;
- Disfrutar de sus derechos humanos y libertades fundamentales sin distinción de raza, género, lenguaje, religión, etnia, o cualquier otra forma de discriminación;
- Participar en los procesos de toma de decisiones;
- Tener lugares y facilidades para actividades culturales, deportivas, y de recreación que mejoren el estándar de vida de los jóvenes tanto en el medio rural como en el urbano (una Escuela Promotora de Salud y una Biblioteca Promotora de Salud son herramientas , entre otras, esenciales, para lograr estos propósitos)
Mientras que los países que conforman las Naciones Unidas, a través de sus respectivos gobiernos, organizaciones y asociaciones voluntarias han obtenido algunos logros para satisfacer esas aspiraciones, es aparente que los cambios sociales, económicos y políticos en el mundo han creado las siguientes condiciones que en forma manifiesta hablan sobre el fracaso de los planes para mejorar las condiciones sociales, económicas y de salud de los y de las jóvenes a nivel global, a saber:

- Inequidades en las condiciones sociales, económicas y políticas , incluyendo el racismo y la xenofobia, que han contribuido al aumento del hambre a nivel mundial, el deterioro en la condiciones de vida y pobreza entre los jóvenes que los lleva a su marginalización;
- La continuada discriminación contra la mujer joven, y el insuficiente acceso para ellas a iguales oportunidades en cuanto a empleo y educación;
- Altos niveles de desempleo entre la juventud, incluyendo el empleo fijo, con aumento del trabajo marginal de la buhonería y la explotación de la juventud con bajos sueldos en los centros de poder económico;
- Continuo deterioro del ambiente asociado a patrones insostenibles de consumo de lo inútil (en países en vías de desarrollo) y de producción, particularmente en países industrializados, lo cual es un tema de una grave preocupación, agravando la pobreza y las desigualdades;
- Aumento de la incidencia de enfermedades como el SIDA, la malaria, y otras amenazas para la salud, tales como el abuso de sustancias, particularmente de los agentes psicotrópicos adictivos, el cigarrillo, el alcoholismo, los accidentes de trafico con su carga de muertes o discapacidad, la violencia en general y una amenaza que ya es una realidad de altísimos costos económicos, que afecta la productividad y la salud de la naciones como es el Síndrome Metabólico donde se incluye la obesidad, la hipertensión, la dislipidemia, la diabetes y la diabesidad (una novísima entidad patológica);
- Las inadecuadas oportunidades para el entrenamiento y la educación vocacional, especialmente para las personas con discapacidad. En este sentido, ya en Venezuela se ha legislado muy recientemente sobre la materia;
- Cambios en el papel de la familia como vehículo para fortalecer la responsabilidad y la socialización de los jóvenes;
- Carencia de oportunidades para que la gente joven participe en la vida de la sociedad y contribuya a su desarrollo y bienestar;
- Prevalencia de “enfermedades debilitantes”, del hambre en los sitios de pobreza crítica y de la mala nutrición que engolfa la vida de mucha gente joven;
- Aumento de las dificultades para que los jóvenes reciban educación sobre la vida familiar como una base para la formación de familias sanas que fortalezcan una existencia con responsabilidades compartidas.
Estos fenómenos, entre otros, contribuyen a un aumento de la marginalización y exclusión de los jóvenes de la gran sociedad, la cual, su vez, es dependiente de los jóvenes para su continua renovación.

III- ÁREAS PRIORITARIAS
La comunidad internacional a través de la Asamblea General de las Naciones Unidas ha identificado diez áreas prioritarias en términos de temas principales, de objetivos específicos y de acciones para que sean tomadas por distintos actores para alcanzar esos objetivos.
Los diez campos de acción identificados son: educación, empleo, hambre y pobreza, salud, ambiente, abuso de drogas, delincuencia juvenil, actividades en el tiempo libre, y la participación amplia y efectiva de los y de las jóvenes en la vida de la sociedad y en la toma de decisiones. Este PROGRAMA DE ACCIÓN no excluye la posibilidad de nuevas prioridades que puedan ser identificadas en el futuro.

La implementación de este Programa de Acción requiere el cabal goce por parte de los y de las jóvenes de todos los derechos humanos y libertades fundamentales, y también requiere que el Gobierno tome acciones efectivas contra las violaciones de estos derechos y libertades y promueva lo no-discriminación, la tolerancia, el respeto por la diversidad (incluyendo las etnias y los jóvenes con discapacidad), los valores éticos, fundamentos culturales y convicciones filosóficas de sus jóvenes, así como la igualdad de oportunidades, la solidaridad, la seguridad y la participación de todos las mujeres jóvenes y de todos los hombres jóvenes. La Ley Nacional de Juventud de la República Bolivariana de Venezuela (2002), a través de la denominada Defensoría Especial Juvenil, del Sistema Nacional de Juventud conformado por el Instituto Nacional de la Juventud, del Consejo Interinstitucional de la Juventud, y del Consejo Nacional de la Juventud, dará el amparo a nivel nacional, regional, municipal y parroquial, para la protección integral de los derechos, deberes y garantías de los jóvenes y las jóvenes de Venezuela, acorde con el Programa de Acción antes esbozado.

IV- Salud Juvenil
Gracias al buen comienzo en la vida, para lo cual las inmunizaciones y la leche materna son altamente responsables, los adolescentes y jóvenes que han sobrevivido las enfermedades de la infancia, son considerados como los miembros más sanos de la sociedad. Sin embargo, la muerte accidental y la muerte por causas naturales continúan representando un alto precio, cuando se ven los cálculos de los años de vida perdidos por discapacidad a través de eventos que ocurren durante la adolescencia y juventud. Por eso, los planificadores de salud están obligados a repensar sus puntos de vista sobre los jóvenes, viéndolos primero como personas y luego como personas con problemas, en vez de tratar sus condiciones de salud en forma separada del desarrollo preadolescente basado en la comunidad.
Las enfermedades y las condiciones de salud que sobrecargan a los jóvenes y adolescentes requieren de particular atención aún para ser documentada como tal.
Los procedimientos epidemiológicos que innecesariamente agregan datos para enmascarar la edad por medio del año de nacimiento o aún por medio del sexo contribuyen a la invisibilidad de los adolescentes y de los jóvenes.

Los accidentes y las lesiones son las principales causas de morbilidad, mortalidad y discapacidad juvenil. La ansiedad, la depresión, los desórdenes de stress psicológico crónico y de stress postraumático, combinados con suicidios u otras formas de violencia (incluyendo homicidios y los efectos de abortos inducidos) representan uno de las más preocupantes facetas de la salud juvenil.
El establecimiento de la identidad sexual es una de las tareas de desarrollo de la adolescencia y aún de la juventud (casos de maduración tardía). Los y las jóvenes son a menudo víctimas de abuso sexual, aunque pueden ser también perpetradores de tales abusos y de explotación.
Las actitudes sociales, culturales, religiosas y tradicionales hacia la sexualidad y experimentación adolescente varían. Hay quienes sostienen que la criminalización o medicalización de la “experimentación” juvenil con la sexualidad constituye un obstáculo para su desarrollo personal y una violación de sus derechos. La legislación, sin embargo, en algunos países, permite la “experimentación” sexual sin interferencia del Estado.

La mejoría de la salud juvenil depende de una miríada de intervenciones, felizmente algunas no más complejas como el lavarse las manos y el cepillado de los dientes. Las condiciones básicas de higiene en el hogar, en la escuela y en los sitios de trabajo ejercen un efecto profundo sobre la salud de las y de los adolescentes y de los jóvenes, así como para la salud de los niños de madres jóvenes. El agua, la sanidad y la higiene, son en realidad medidas en el hogar antes que en un nivel individual. La proporción de los hogares con acceso al agua potable y a la sanidad en general, muestra el tipo de acceso que los miembros adolescentes y jóvenes tienen. Sin embargo, no es improbable que los y las jóvenes que dirigen hogares sufren de una manera desproporcionada de pobreza y por tanto tienden a tener un acceso limitado al agua potable y a la sanidad. Todavía en Venezuela, la pobreza crítica está en el orden del 10%.
La educación para la salud ha sido tradicionalmente enfocada sobre la higiene bucal, generalmente para aquellos menores de cinco años y los escolares. Hay una necesidad muy bien indicada para enfocar el tema hacia las madres jóvenes, lo cual tiene el potencial de bajar los índices de morbilidad y mortalidad. Este es un recordatorio sobre cómo las conductas y percepciones adquiridas en la infancia y que son ejecutadas o reforzadas en la adolescencia, tienen consecuencias positivas para la salud en la vida juvenil y adulta.
En muchos países no desarrollados la inmunización para el adolescente es recomendada particularmente para la prevención del tétano y hepatitis A y B. En un número importante de países, altos niveles de hepatitis endémica afectan a todos los grupos de población, incluyendo a los jóvenes y adolescentes, donde también la rubeola y el tétano continúan complicando los embarazos de las jóvenes y adolescentes. Las muy pobres prácticas nutricionales, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la obesidad, la anemia, los trastornos de la alimentación, la “comida rápida” se añaden con su ominosa carga a otros factores negativos que afectan la salud de los jóvenes y de los adolescentes. El comienzo temprano de la diabetes tipo 2 , normalmente asociada al sobrepeso y obesidad que vienen con la edad y la mala nutrición, junto con la hipertensión y la dislipidemia representan una tendencia emergente de altísima significación para los sistemas de salud y son causa de pérdida prematura de años útiles de vida, y una verdadera carga económica nueva que se añade a los presupuestos de salud de los países, afectando seriamente su productividad.
La influencia ejercida por los manufacturadores de cigarillos, de bebidas alcohólicas, de comida rápida, de bebidas carbonatadas (referscos), compuestas por azúcares añadidos (convencionales o no) y cafeína, sin cuantificar sus contenidos en las etiquetas respectivas, como en Venezuela, es perturbadora.
El alto consumo de estos productos favorecida por una astuta promoción que desinforma maliciosamente, que usa la promoción deportiva y los eventos culturales, para vender hace que los jóvenes y los adolescentes crean falsamente que se trata de buenos productos, significando por el contrario una situación de alto riesgo, de una carga evitable de enfermedad, muerte y discapacidad unida al uso de estos productos, en el cual han caído los jóvenes y los adolescentes y que puede ser enteramente evitable ó corregible a través de la legislación, la educación y del ejemplo en sus distintas dimensiones.
La emergencia o continuada existencia de problemas oculares relacionados con el uso excesivo del monitor del computador, del “teclado” contaminado, de los errores de refracción y de visión pobre, indica que aún hay mucho por hacer para la prevención y control de las condiciones que van desde la visión imperfecta hasta la ceguera en la adolescencia y en la juventud.
El uso creativo del tiempo libre de los jóvenes y de los adolescentes, aprovechado entre otros aspectos, para la actividad física programada constituye un tema de obligado planeamiento y ejecución por los servicios de salud como la Unidad Primaria de Prevención y Detección Temprana de Enfermedades Crónicas (UPPDTEC), que estimula la práctica del ajedrez, de la música, del aprendizaje de idiomas, la lectura dirigida y de ejercicios de memoria.


Aunque en Venezuela se han diseñado las Líneas Estratégicas para la Promoción y Desarrollo de la Salud Integral de las y los Adolescentes, desde el año 2003, hasta donde sabemos no se ha dado inicio a un plan de salud formal para las y los jóvenes del país, aunque desde el año 2002 se promulgó la Ley Nacional de Juventud. Sin embargo, las agencias especializadas de las Naciones Unidas trabajan para asegurar que las estrategias regionales y los planes nacionales para la salud de los jóvenes sean desarrollados, publicados y entren en vigencia en la práctica. Las denominadas Metas de Desarrollo del Milenio apuntalan tales planes.
Un PROGRAMA ó proyecto, una política, estrategia ó servicio destinado para los jóvenes y adolescentes ciertamente necesita ser interdisciplinario y que se extienda más allá del sector salud. Ya es conocido el papel de varios actores sociales así como la necesaria participación juvenil y de la comunidad reconocidas en dicha programación.
En una variedad de procesos de desarrollo de políticas, cada vez está más claro, y así es reconocido, que tanto los jóvenes como los adolescentes tienen necesidades específicas.
Un enfoque sobre los jóvenes durante la reforma del sector salud contribuye al establecimiento de una relación entre los individuos y un sistema que cuidará de ellos a lo largo de sus vidas. Una atención hacia los adolescentes al comienzo de su interacción autónoma y personalizada con el sistema de salud asegurará más recursos efectivos para el cuidado de la salud, limitado por la espontánea preferencia por las medidas profilácticas gratuitas o de bajo costo sobre los altos costos de los tradicionales servicios curativos.
Es necesario resaltar que actualmente todavía en Venezuela observamos que los jóvenes y los adolescentes reciben una breve mención en cuanto a la evaluación de su salud mental, violencia y prevención de lesiones, así como sobre salud sexual y reproductiva.

La documentación sistemática, la evaluación y diseminación de PROGRAMAS, proyectos e iniciativas en las cuales los jóvenes y los adolescentes actúan como agentes de cambio influirá y si es necesario reorientarán cómo los proyectos destinados a los jóvenes son manejados. Normas, estándares e indicadores para la evaluación, así como guías de carácter técnico todavía se están desarrollando como parte de un esfuerzo global para alcanzar la programación de salud para jóvenes y adolescentes en gran escala, en los cuales ellos y ellas estén completamente envueltos junto con los clínicos, técnicos en salud y administradores estatales. En este sentido, UPPDTEC tiene una experiencia piloto de tres años sobre la materia usando como centro geométrico de trabajo la prevención y detección temprana de enfermedades crónicas, particularmente del Síndrome Metabólico con un rango de edades que oscila entre los 12 y los 60 años.
La relativa ausencia de una base de evidencia económica de largo o mediano plazo para invertir en la salud juvenil, como parte de la necesaria reforma del sector salud, es compensada por la emergencia de mecanismos de medición más exactos y apropiados, y por indicadores para el diseño, oferta y evaluación de las intervenciones.
Los jóvenes han solicitado la implementación de las recomendaciones adoptadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Sesión especial sobre HIV/SIDA (New York, 2001), especialmente de aquellas que tiene que ver con temas de salud juvenil. Ellos tienen como prioridad la preocupación de que esperan verse incorporados en las políticas nacionales que tratan sobre la salud juvenil y quieren contribuir con sus esfuerzos para que los consejos y la información estén disponibles (especialmente sobre salud sexual y reproductiva), a fin de promover servicios de salud “amistosos”, y de fortalecer el progreso a través de la investigación sobre temas relevantes que han sido caracterizados por distintos cambios desde el “Año Internacional de la Juventud” en 1985.

Las preocupaciones globales referidas por los jóvenes incluyen, en una especie de centelleante chorro de problemas, temas como la fertilidad adolescente, así como el embarazo adolescente, el aborto y la planificación familiar. Temas específicos incluyen el SIDA, la malaria, tuberculosis, mala nutrición, la bilharzia, la violencia y las lesiones, particularmente en América Latina, enfermedades de transmisión sexual en general, suicidio, discriminación basada en el género, la obesidad, accidentes de tráfico, el uso de alcohol y otras drogas de abuso, la “desesperanza” y el desempleo y la salud y la seguridad en el sitio de trabajo en las economías emergentes y de transición.
Aunque los jóvenes generalmente constituyen uno de los grupos de población relativamente más sanos, una pobre salud que resulta de enfermedades, accidentes o lesiones no es insignificante para ellos. Los factores que influyen sobre la salud juvenil son numerosos e interrelacionados . En consecuencia, una política de salud exitosa para este grupo (heterogéneo en si mismo) debe ser interdisciplinaria e intersectorial, que tome en cuenta no solo su condición física (como Síndrome Metabólico, por ejemplo), sino también el desarrollo personal, social, emocional y mental. Es, por tanto, imperativo, que las políticas, PROGRAMAS y estrategias nacionales de salud destinadas a los jóvenes y adolescentes se extiendan más allá del sector salud.

Los profesionales de la salud pueden contribuir al fomento del ambiente que debe ser proporcionado por los padres, los líderes de la comunidad y otros que tiene responsabilidades en cuanto a la salud de los jóvenes. Igualmente, o aún mucho más importante, sin embargo, es la participación de los jóvenes en todas las etapas de la provisión de salud – incluyendo la evaluación de necesidades, diseño, oferta y evaluación – para asegurar que las respuestas de salud sean apropiadas, efectivas, y eficientes. La promoción de una buena salud juvenil depende, en una gran parte, de la oferta de información apropiada y de la facilitación del desarrollo de destrezas para la vida a través de las cuales los jóvenes adquieren la habilidad de lidiar con la sexualidad de una manera madura, de ejercer un buen juicio, de construir una sana autoestima, para manejar las emociones y sentimientos, así como para resistir adecuadamente las presiones externas a las que frecuentemente son sometidos.
Se insiste en la urgencia de la necesidad creciente de enfrentar la salud sexual y reproductiva de los jóvenes usando una respuesta basada en sus derechos, correspondiente al género y que les de poder para decidir. Esfuerzos importantes deben construir tomando como base la energía creadora de la juventud respetando sus derechos y capacidades para la participación protagónica y el liderazgo en la toma de decisiones que afectan a sus vidas. La salud sexual y reproductiva, insistimos, atada a la salud emocional, mental y física - parte del concepto holístico del bienestar total - es un componente esencial de la habilidad de la gente joven para estar bien ajustados y ser miembros responsables y productivos de la sociedad.
FINAL.

Este análisis sobre las y los adolescentes y jóvenes, a quienes se destina este programa piloto de prevención primaria y detección temprana de enfermedades crónicas basado en la evidencia, está ajustado al conocimiento epidemiológico, francamente muy parcial, de este segmento de la sociedad Venezolana; de las Leyes vigentes sobre la materia, sobre los lineamientos y guías internaciones de aquellas organizaciones de las cuales Venezuela forma parte, como la Organización Mundial de la Salud, las Naciones Unidas y la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Así mismo merece una cita especial las denominadas Metas de Desarrollo para el Nuevo Milenio hacia el 2015, promovidas por las Naciones Unidas, donde el secretario General, K. A. Annan, en su momento puntualizó que ...”It takes time to train the teachers, nurses and engineers, to build the roads, schools and hospitals; to grow the small and large businesses able to create the jobs and income needed. So we must start now. And we must more than double global development assistance over the next few years. Nothing less will help to achive”BIBLIOGRAFÍA
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